jueves, 18 de febrero de 2010

UNA PLUMA DE ESCRITORA

No soy una mujer de caprichos, pero he entrado en una gran papelería y he visto unas estupendas plumas (muy costosas). He imaginado que podría conseguir una de ellas y así poder hacer de mi experiencia de escribir un momento aún más placentero, si cabe.

Veré cuánto tiempo pasa hasta que tenga una de esas maravillosas plumas entre los dedos de mi mano derecha, y pueda escribir todo, todo, todo cuanto quiera.

Otra cosa... estoy dudando de si debo seguir escribiendo ese nuevo libro.


No hay comentarios:

Archivo del blog